Los animales son maravillosos compañeros para los pequeños en casa, pues además de la alegría de tener un amigo peludo, su crianza les enseña sobre responsabilidad al cuidarlos. Y como padres estaremos formando una generación de adultos en la que el maltrato animal y el abandono no existan. Una forma de invertir, desde la infancia, en el respeto animal como parte de nuestra sociedad.
Por eso, veamos algunos consejos para enseñar a los niños a cuidar de una mascota. Unos que, si bien se plantean muchas veces como un juego, son cruciales.
5 Tips para enseñar a los niños a cuidar de su mascota
Si bien es cierto, para los niños un animal es un compañero de juegos, la cosa va mucho más allá. Un animal es un auténtico ejercicio de disciplina, sin embargo no podemos hacer esto mediante órdenes porque seria contraproducente, es mejor enfocarlo como un juego, uno no exento de responsabilidad con el que aprenderán de manera divertida, a cuidar de ellos.
Dos consejos: paciencia y refuerzo positivo. Si bien lo primero está implícito, lo segundo es idóneo. Animarlos, decirles que lo hacen muy bien y crear cualquier emoción positiva relacionada con las distintas tareas del cuidado son indispensables para lograr involucrarlos y hacerles disfrutar de estas nuevas obligaciones, y que desde pequeños tomen conciencia de lo que implica un animal y aprendan a respetar la vida.
1. Alimentar a la mascota, una de las tareas claves en la enseñanza
Aunque dar de comer a nuestro animal es un básico en la mente de un adulto, no funciona igual en el caso de los niños. De hecho, es una tarea que se les suele olvidar con frecuencia. El truco esta en buscar una dinámica para que recuerden que deben cumplir con esta labor, como por ejemplo emparejar los horarios de los pequeños con los de alimentar a la mascota.
Para controlar la porción de comida de los animales siempre podemos utilizar algún recipiente con una marca que les sirva de guía a los niños, y no está de más que revisemos que la cantidad de alimento sea la adecuada.
Que los niños recuerden vigilar el agua, y no únicamente a que la mascota tenga en su bebedero, sino que es igual de importante que esté limpia. Una recomendación es utilizar una tabla de tareas compartida colocada en un lugar visible de la casa. En ella, podemos dividir las tareas entre los distintos miembros de la familia, y anotar en ella lo que cada uno haga y cuándo lo hace.
2. Hacer del ejercicio con la mascota un juego familiar
Inculcarles desde pequeños la necesidad de hacer ejercicio se da perfecto con esta actividad, ya sea el paseo diario o una jornada de deporte. Además esto conlleva a otras enseñanzas, por ejemplo en los paseos también se puede aprender a esperar en los pasos de cebra, ser prudentes al cruzar las calles o descubrir el funcionamiento de los semáforos, etc.
3. Poner límites para evitar los accidentes
Enseñar a los niños a cuidar de una mascota pasa también por decirles que es lo que no deben hacer. Que entiendan que un animal es un ser vivo que tiene sus peculiaridades, y al que pueden hacer daño directa e indirectamente. Por ejemplo, no tratar de quitarles comida cuando están comiendo, tener cuidado con sus ojos o no tirarles del pelo, etc. Todo esto facilitara increíblemente la convivencia.
4. Involucrarlos en el aseo
¡Peinarlo es divertido! Para ello, bastará con que dejemos a los mas pequeños hacerlo después de tener una serie de pautas. Qué zonas no debemos cepillar o cuáles son las más sensibles para nuestro animal es algo que tendremos que enseñarles primero mostrándoles el cómo y, después, supervisando cuando sean ellos quienes lo hagan.
Para este momento, es fundamental que contemos con una mascota que haya sido cepillada desde cachorro. Una forma de acostumbrarlas pero, también, de hacer que el momento del cepillado sea seguro para nuestros niños.
5. Ayudar en la limpieza
A nadie le gusta esta tarea, pero es necesaria. Está de más decir que no es una tarea apta para un niño de corta edad, pero sí para niños mayores. Limpiar las bandejas higiénicas de gatos, conejos y ratones o recoger los excrementos de nuestro perro en el paseo son, quizás, las tareas más difíciles de enseñar/aprender.
Sin embargo, si ellos entienden la importancia de esta labor se involucrarán más. Y la mejor manera de hacerlo es estableciendo un paralelismo. Si a ellos les gusta un baño limpio, ¿por qué no dárselo también a nuestra mascota?